Puede que en muchas ocasiones cuando vemos algo que está mal, la primera idea que salta en nuestro cerebro podría ser o no (según la persona) una INTERPRETACIÓN NEGATIVA, de ese suceso.
Si nos dejamos llevar por esta primera idea que surge:
– ¿consideras que estás haciendo un análisis amplío de lo que estás viendo?
– ¿crees que en ese momento, podrías estar dejándote llevar por la emoción que te ha producido esa situación en concreto?
– ¿podría ser que en muchas ocasiones, este tipo de situaciones te hayan llevado a comportamientos que «en realidad» no deseas?
Que aparezca esta primera interpretación negativa en nuestro cerebro, es natural (según la persona), ahora bien, en estos casos, quizá una buena herramienta, sea parar, analizar la situación de una manera amplia y utilizar la comprensión para llegar a una NUEVA INTERPRETACIÓN más realista.
De esta manera, tu frustración o malestar emocional, que ese primer pensamiento te genera, podría reducirse o incluso eliminarse y de esta manera conseguiríamos una herramienta de gestión emocional más saludable.