Una estrategia que fomenta el aprendizaje para regular emociones es centrar la atención en el momento presente, la técnica de meditación por la que se puede entrenar es MINDFULNESS, el objetivo de esta técnica inicialmente es centrar la atención en la respiración, sin modificarla, solo observar que reacciones tiene mi cuerpo cuando de manera involuntaria yo estoy respirando.
¿Para qué sirve? Permite disminuir la ATENCIÓN que prestamos a nuestros pensamientos, o imágenes, con los que aunque parezca que no, se realiza un trabajo constante. Probablemente si te observas puede que estés muchas veces pendiente de pensamientos que hablan de tu PASADO, situaciones que ya has vivido y que puedes haber experimentado como negativas o, sin embargo podrías estar prestando atención a pensamientos que hacen referencia a tu FUTURO, probablemente situaciones peligrosas que podrían suceder o que tienes miedo de que sucedan, por el sufrimiento que podrían generarte.
Toda esta actividad promueve un desgaste de energía y una experimentación emocional, probablemente con mayor frecuencia NEGATIVA. Es cierto que las EMOCIONES NEGATIVAS nos sirven para adaptarnos al medio y para resolver situaciones, pero si las usamos para resolver situaciones que no han pasado o que ya sucedieron, hará que nuestra energía se reduzca y nos agotemos, promoviendo así síntomas de ansiedad y/o depresión.
¿Qué puedes hacer para intentar reducir esta actividad de manera cotidiana? Entrena tu atención para centrarla en lo que haces en el momento presente, algunas recomendaciones podrían ser:
- Cuándo te despiertes observa las sensaciones que está experimentando tu cuerpo, en vez de centrar tu atención en todo lo que tienes que hacer ese día.
- Disfruta de tu desayuno, de los sabores que te gustan y fíjate que emociones estás experimentando, en vez de estar con el móvil o pensando en todas esas cosas que te preocupan y aún no es el momento de resolverlas.
- Si realizas alguna actividad física, centra tu atención en la ejecución y en las sensaciones que estás experimentando, en vez de en todo lo que te queda por lograr.
Estas son, solo algunas recomendaciones, estoy segura de que a ti, se te ocurren muchísimas más.
¿Te atreves a probar?
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