Psicología, autoestima sana, habilidades sociales, agresión pasiva

La utilización de otros, una forma de agresión pasiva

Quizá hayas oído o leído que existen tres estilos, con los que las personas nos relacionamos, son: el estilo pasivo (tendencia a dar prioridad al bienestar de los otros), estilo asertivo (validez e importancia más o menos equilibrada de mi bienestar y el de los otros) y el estilo agresivo (prioridad bienestar propio).

 

Puede que la palabra agresiva se excluya (de manera equivocada) a un comportamiento escandaloso o bastante intenso socialmente hablando, pero a nivel de “hechos reales”, un comportamiento amable y silencioso, también podría ser una tendencia agresiva, si no se tiene en cuenta lo que es importante para el otro o cómo podría sentirse con mi comportamiento.

 

Un comportamiento agresivo-pasivo, podría ser UTILIZAR A DEMANDA a las personas, según mis necesidades, es decir, solamente acudo a esa persona cuando necesito algo, que se que ella/el  me puede proporcionar.

De manera natural, este comportamiento podría ser bastante generalizado en todas las personas, es decir, puede que TODOS lo hayamos llevado a cabo en algún momento, ahora bien, ¿cuando podría convertirse en una TENDENCIA?, cuando de manera frecuente doy mayor PRIORIDAD a mis necesidades que a las del otro, sin tener en cuenta cómo se puede sentir el otro y que consecuencias podría tener que yo realice esta práctica de manera frecuente, además si la otra parte (la agredida), pide o necesita lo mismo en otro momento, la respuesta del que tiende a comportarse de manera agresiva-pasiva, sea evitar, restar importancia o no acoger lo que necesita el otro.

 

¿CÓMO PODRÍAMOS RESOLVER ESTA SITUACIÓN?

 

Una opción, podría ser de forma asertiva, expresando como nos sentimos y lo que creemos que está sucediendo en nuestra relación, la otra parte (agresivo-pasivo), puede aceptar y validar, puede también negarlo y minimizarlo y a medio plazo desaparecer, porque ya “NO NOS NECESITA”.

 

Una postura desconfiada en las relaciones sociales nos podría llevar a perdernos muchísimas cosas buenas (con un probable empeoramiento de la salud mental), igual que una postura extremadamente confiada, nos podría traer consecuencias bastante negativas. La herramienta, probablemente más eficaz sea ENSAYAR Y ERRAR, habiendo hecho un trabajo de autoconocimiento con el objetivo de ser conscientes de nuestros límites y de cómo nos sentimos, y por qué nos sentimos así.

 

Es importante entrenar habilidades sociales sanas, con el objetivo de mantener nuestra autoestima sana.

Sin comentarios

Añadir un comentario